La mejores fotos son siempre las próximas (mi eterno optimismo) o lo que es infinitamente peor son las que uno no pudo tomar y son irrepetebles (también soy realista).
El Domingo me levanté con el firme propósito de llegar hasta el Barrio Obreo en Ushuaia y ver como iba la recostrucción de las casas incendiadas que publiqué el 09 de Julio pasado (pueden ver mas abajo las fotos de ese día).
El primer problema fue la nieve caida durante toda la noche que hizo que mi auto se pareciera mas a un clon de iceberg con ruedas, que a mi viejo Ford Fiesta.
Sacada la nieve (con ayuda de una pareja de vecinos) llegué sin problemas a la escalera de acceso al barrio Obrero, subi con el animo casi tan alto como la escalera, llegué agitado pero como dije de buen animo, esperaba encontrar algo bueno: las casas terminadas.
Me recibió el olor a leña quemandose y un aroma a bife que me mató, era medio día y vivo con una familia que esta eternamente a dieta, igual como era Domingo sabía que a la vuelta me esperaban en casa con canelones (creo que lo llaman el permitido) así que me aguanté y no supliqué por un poco de bife.
Estaban los mismo chicos de la vez pasada a punto de empezar el picado de futbol y otros pibes estaban andando en trineo.
Eran los mismos chicos de hacia 2 semanas, claro son los del barrio el visitante soy yo. El de la pelota me saludo alguno me saludó con un "Feliz Dia, Amigo".
Terminadas las fotos con los chicos, seguí para donde deberian estra las casas. Se sentia el ruido de martillos y cierra electrica. Todo con música que no supe de donde venia
Si, las casas estaban, quizas no terminadas del todo pero si levantadas, cerradas, con techo y habitadas, las dos.
En una, la pareja estaba trabajando tratando de instalar algo.
Preparé la camara, me latia el corazón.
Estaban radiantes con su casa nueva de fondo. Me dejaban sacar la foto ("pero de afuera no mas, adentro no todavía, denos un tiempito mas para arreglarla", me dijeron) se pusieron en pose y sonrieron, les juro que una sonrisa esplendida (yo pensaba "esta foto tiene que salir bien").
No tenía mas pilas, me olvidé las putas pilas de respuesto en el cargador, a como quichicientos escalones mas abajo , a no se cuantas curvas con hielo y calles congeladas de distancia.
"No tengo pilas", dije mientras buscaba en el bolso.
Los chicos del partidito se fueron a buscar a no se donde y volvieron con pilas de todos los tamaños.
Para cuando consegui 4 putas pilas ya los dueños de la casa se fueron para adentro y solo pude sacar la casa sola. Me los imaginé adentro por la puerta entreabierta comiendo un bife quizas, comentando con alegria lo del fotógrafo sin pilas y una sonrisa radiante que no se los podia borrar con nada.
Yo me volví contento porque las casas estaban terminadas e iba a comer canelones y porque la próxima vez no se me escapa una sonrisa como esa, que sonrisa Dios mio.